domingo, 6 de julio de 2008

Artículo 4

La dimensión humana de la ciencia. La dimensión científica de lo humano

La música desarrolla el cerebro de los niños pequeños

Un nuevo experimento comprueba el efecto del aprendizaje musical sobre el córtex infantil
Un experimento desarrollado por psicólogos canadienses ha comprobado que la enseñanza musical acelera el desarrollo del córtex cerebral de los niños de maternal y primaria, así como que tiene un efecto positivo sobre la memoria y la atención de los más pequeños. La mejora de la capacidad de memorización alcanzada gracias a la música facilita el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de las matemáticas, así como el desarrollo de la capacidad de ubicarse en un entorno e incluso el coeficiente intelectual. Por Eduardo Martínez.

La música mejora las capacidades cognitivas de los niños, según un estudio que publica la revista Brain. El estudio fue desarrollado por psicólogos de la Universidad McMaster de Canadá, que compararon los efectos del aprendizaje de la música sobre la sensibilidad de los niños y sobre su capacidad de memorización. Los investigadores hicieron un seguimiento de dos años a dos grupos de niños de edades comprendidas entre los cuatro y los seis años. El primer grupo recibió durante un año enseñanzas musicales extraescolares según el método Suzuki, mientras que el segundo grupo no recibió enseñanza musical alguna. El método Suzuki, ideado por un violinista japonés que es además filósofo y pedagogo, permite a los niños, aunque sean muy pequeños, aprender música e incluso tocar un instrumento. Basado en el principio del lenguaje maternal, el método Suzuki enseña música mediante el juego e implica a los niños a escuchar cada día alguna melodía. Respetando el ritmo de asimilación del niño, este método le permite descubrir, experimentar y desarrollar su sensibilidad musical. Cuatro chequeos Durante el año que duró el experimento, los investigadores chequearon a los niños cuatro veces. El chequeo consistía en medir la actividad de su cerebro a través de la técnica conocida como magnetoencefalografía, mientras los niños escuchaban dos tipos de música: una procedente de un violín y otra de una algazara. Los niños completaron un test musical en el cual se les pedía distinguir entre armonías, ritmos y melodías, y una prueba de memoria en la cual tenían que escuchar series de números, recordarlas, y luego repetirlas. Con este sistema, fue posible apreciar mejor la forma en que los niños captan, perciben e integran los sonidos musicales, así como los cambios inducidos por la actividad musical sobre el córtex cerebral. Además, después de la primera y la última sesión los investigadores evaluaron la capacidad de memorización de los niños, así como de fijarse en los armónicos, los ritmos y las melodías. Los resultados del experimento fueron diferentes para los dos grupos de niños. Los que habían seguido el método Suzuki mostraron una mayor sensibilidad hacia la melodía emanada de un instrumento como el violón, lo que según los psicólogos significa una maduración acelerada del córtex cerebral. Además, estos niños alcanzaron una capacidad de memorización más importante que los del segundo grupo, incluso desde la primera evaluación, ocurrida a los cuatro meses de iniciado el experimento. Otras habilidades La mejora de la capacidad de memorización alcanzada gracias a la música facilita el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de las matemáticas, así como el desarrollo de la capacidad de ubicarse en un entorno e incluso el coeficiente intelectual. Según los investigadores, liderados por Laurel Trainor, profesora de Psicología, Neurociencia y Conducta de la McMaster University en Hamilton, Canadá, es la primera vez que un estudio muestra las respuestas del cerebro pueden evolucionar de manera diferente en el transcurso de un año, según los niños hayan sido formados o no en el conocimiento y la experiencia musical. Estos cambios tienen una relación directa con las mejores habilidades cognitivas constatadas en los niños que practican la música, lo que constituye una evidencia de que el aprendizaje musical tiene un efecto positivo sobre la memoria y la atención de los más pequeños, lo que indica la conveniencia de que la música debería formar parte de la enseñanza maternal y primaria. Aunque estudios anteriores habían demostrado ya que los niños mayores que recibían clases de música experimentaban más mejoras en su coeficiente intelectual (CI) que los que iban a clases de teatro, este es el primer estudio que identifica estos efectos en mediciones cerebrales de niños más pequeños. Temas relacionados Las canciones pueden explicar pensamientos complejos y teorías científicas Descubierta la relación entre la música, la emoción y el cerebro Los músicos profesionales tienen el cerebro más esarrollado Las canciones agresivas provocan reacciones violentas entre los jóvenes

Viernes 06 Octubre 2006
Eduardo Martínez
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http://www.tendencias21.net/ La-musica-desarrolla-el-cerebro-de-los-ninos-pequenos_a1153.html
Descubierta la relación entre la música, la emoción y el cerebro
Aunque no es un elemento de supervivencia, las melodías forman parte indisociable del espíritu humano

La música y la emoción comparten una misma región del cerebro, conocida como el cortex prefrontal, según han comprobado científicos de la Universidad de Dartmouth analizando las reacciones cerebrales de ocho músicos. El descubrimiento explica el fuerte vínculo que comparten la música y la emoción y su indisociable unión con el espíritu humano. Por Eduardo Martínez.

Un grupo de científicos ha conseguido por vez primera explicar la relación que existe entre la música, la emoción y el cerebro humano. Ha descubierto que todos estos episodios discurren en una parte del cortex prefrontal, región del cerebro que es la que permite recordar una melodía o detectar una falsa nota en una canción conocida. El equipo, conducido por Petr Janata, del Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de Dartmouth, exploró la capacidad humana para memorizar una melodía a través del estudio del cerebro de ocho amantes de la música. Los músicos, con al menos doce años de estudios, debieron escuchar diversas melodías y analizarlas. Gracias a la imaginería cerebral, que señala qué parte del cerebro reacciona a un estímulo específico, los investigadores descubrieron que la capacidad de reconocer la música está situada en una parte del cortex prefrontal que es fundamental también para el aprendizaje de conocimientos y para la respuesta o control de las emociones. Emociones diferentes El hecho de que el cerebro de cada uno de los músicos reaccionara de forma ligeramente diferente al de los demás, explica por qué una misma melodía puede suscitar emociones diferentes según el momento. El estudio pone de manifiesto el estrecho vínculo que existe entre el espíritu humano y la música, aunque ésta no constituya un elemento de supervivencia física como el alimento o el cobijo. El cortex prefrontal está situado antes del área premotriz y puede dividirse en tres regiones: la región dorso lateral convexa, la región orbito-frontal y la región mediana interna. Hasta ahora se sabía que cuando esta región cerebral sufre lesiones, se altera la capacidad de asimilar información, de resolver problemas y de evaluar las consecuencias de la acción. Gracias a la investigación de Janata, se sabe también que la capacidad musical se vería también alterada en este supuesto. Percepción visual El cortex prefrontal está asociado también a la percepción visual ya que, cuando se activan las áreas visuales del cortex a causa de un objeto, el cortex prefrontal reacciona también para mantener viva la imagen recibida. Las neuronas del cortex prefrontal desempeñan asimismo un papel parecido en la memoria a largo plazo, por ejemplo, cuando se recuerda conscientemente una experiencia antigua o un cuadro. Numerosos estudios han demostrado la participación del cortex prefrontal en la codificación y recuperación de los recuerdos, por lo que su papel se asocia con el esfuerzo por encontrar información almacenada en la memoria. Lo que ha venido a añadir el estudio de Janata es que la música forma parte de las tareas asignadas por la naturaleza al cortex prefrontal, así como que la emoción está íntimamente asociada a estos procesos. Tema relacionado: La música es genética

Domingo 15 Diciembre 2002
Eduardo Martínez
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http://www.tendencias21.net/Descubierta-la-relacion-entre-la-musica,-la-emocion-y-el-cerebro_ a75.html
La música es genética
El cerebro está dotado de unos circuitos que son los que acogen y potencian la sensibilidad musical, asociada a la cohesión social de la especie. Las personas que no pueden disfrutar de la música padecen un defecto genético menor, por lo que puede decirse que la especie está dotada de un gen específicamente musical. Por Yaiza Martínez.

Las personas que sufren incompetencia musical padecen anomalías cerebrales congénitas que no implican otras disfunciones significativas en los planos cognitivo y afectivo, según los trabajos de la neuropsicóloga de la Universidad de Montreal Isabelle Peretz que abren el camino a la identificación del gen de la música. Una región del cerebro está específicamente consagrada a la percepción musical y son unas anomalías congénitas al cerebro las que causan la ausencia de sentido musical en las personas. Por ello, la incompetencia musical es una anomalía accidental del sistema nervioso que un defecto cultural. Según esta investigación, la incompetencia musical no es el resultado de la educación o del entorno, sino de una malformación de nacimiento que sólo afecta a la sensibilidad al ritmo, la melodía o los acordes, pero que no trasciende a otras funciones neurológicas, por lo que las personas indiferentes a la música llevan en los demás aspectos una vida completamente normal. La investigación, que se centró en 11 personas incapaces de disfrutar de la música a pesar de sus esfuerzos por aprenderla, demostró que padecían de un sistema deficiente en la comprensión de la música, por lo que si se consigue aislar el gen que diferencia a las personas indiferentes a la cultura musical, podría identificarse claramente como el gen de la música. Gen musical De momento puede decirse que se ha identificado una parte del código genético que determina las habilidades musicales, por lo que corresponde ahora a los genetistas completar el trabajo de la neuropsicología para identificar el gen de la música. Hace ya unos años de Isabelle Peretz desveló la existencia de regiones cerebrales asociadas específicamente a la percepción de la música, incluso en los sujetos ajenos a la cultura musical. La continuación de sus trabajos ha permitido demostrar que los circuitos cerebrales propios a la percepción musical perciben los aspectos emocionales de la música, como la alegría o la tristeza, independientemente de los aspectos vinculados al conocimiento de la estructura o coherencia de la melodía. Por ello, la música ya no puede considerarse sólo como un lenguaje no verbal en el que la dimensión emocional no está vinculada al campo neuroanatómico, sino más bien como un producto cultural resultante de la interacción entre el juego del espíritu y una necesidad biológica. La capacidad de conocer, compartir y disfrutar de la música es innata, a pesar de que haya personas incapaces de vivir la música debido a un fallo genético. La música está vinculada incluso a las primeras formas de lenguaje de la especie y forma parte del proceso de cohesión social. La música, como se aprecia en las relaciones de los adultos con los recién nacidos, en los coros religiosos, en los himnos nacionales o acontecimientos deportivos, refuerza el sentimiento de pertenencia a un grupo, por lo que el cerebro musical descubierto por Isabelle Peretz puede considerarse como una de las ventajas evolutivas mantenidas por la selección natural, de la que no participan sólo las personas con una irregularidad genética menor. http://www.webzinemaker.com/admi/m6/page.php3?num_web=1604&rubr=4&id= 22849

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